¿ Qué pasa si la empresa no va al acto de conciliación?
Si la empresa no asiste al acto de conciliación se levantará un acta de intentado pero sin efecto.
El acto de conciliación está dirigido por un letrado conciliador. Esta persona sólo hará constar si hay o no acuerdo, pero no intentará mediar entre las partes.
¿Qué ocurre después de la conciliación si no llegamos a un acuerdo? La demanda judicial por despido.
Tanto si no se llega a un acuerdo en la conciliación como si no acude la empresa, habrá que presentar una demanda judicial. En esta demanda judicial se podrá reclamar la improcedencia del despido o la nulidad y readmisión del trabajador. También se podrán reclamar las cantidades pendientes de cobro del finiquito del trabajador (vacaciones, parte de pagas extraordinarias, salario del mes…etc)
Una vez recibida la demanda judicial el juzgado la admitirá o la inadmitirá (si existe algún defecto en la demanda). Si la inadmite dará un plazo para subsanar la demanda. Una vez admitida señalará fecha para conciliación judicial y juicio.
Antes del juicio trabajador y empresa podrán llegar a un acuerdo en cualquier momento.
El día del juicio.
Previamente a la celebración del juicio, el Letrado de la Administración de Justicia intentará que trabajador y empresa lleguen a un acuerdo. Es un trámite parecido a la conciliación administrativa pero, en este caso, el Letrados de la Administración de Justicia si intentará mediar entre las partes. Normalmente escuchará a los abogados de la empresa y del trabajador e intentará que lleguen a un acuerdo. En muchos casos se llega a un acuerdo en ese momento.
Si no se llegase a un acuerdo se celebrará el juicio. En el juicio, se examinarán las pruebas que presenten cada una de las partes. Las pruebas pueden ser documentos, testigos…etc. En todo caso el juicio versará solo sobre los hechos que constan en la carta de despido. El juez no permitirá que se diriman hechos que no constan en la carta de despido. De la misma forma, tampoco permitirá que se introduzcan reclamaciones que no se hayan hecho en la demanda de despido.
La sentencia de un juicio por despido.
Una vez que se celebre el juicio, el juez evaluará:
1. Si los hechos expresados en la carta de despido han quedado acreditados.
2. (En caso de que se hayan acreditado) si son suficientes para despedir.
Teniendo en cuenta estos dos parámetros pronunciará una sentencia que declarará el despido procedente, improcedente o nulo.
La nulidad del despido obliga a la empresa a readmitir al trabajador en su puesto de trabajo. En ese caso tendrá que pagarle su salario desde la fecha del despido hasta su reincorporación. Es la situación menos frecuente, pues la ley sólo permite declarar el despido nulo en un contado número de casos.
Si declara que el despido es improcedente, la empresa podrá elegir:
1 Readmitir al trabajador y pagarle el salario desde la fecha de despido hasta la readmisión.
2 Abonar la indemnización que le corresponda por ley.
¿Qué pasa si la empresa no va al juicio?
Si la empresa no acude al juicio, pese a estar citada el juicio se celebrará sin su asistencia. Lógicamente, al no estar presente la empresa, no podrá alegar nada en su defensa.
Recurrir una sentencia laboral.
Tanto la empresa como el trabajador pueden recurrir la sentencia si no están de acuerdo con ella. No obstante, en el caso de que la empresa recurra la sentencia, tendrá que consignar judicialmente la indemnización. Con ello se garantiza que la empresa no recurre sólo para dilatar el procedimiento.
Cómo actuar ante un despido. Otros consejos.
El despido es una situación desagradable. Es inevitable ponerse nervioso, especialmente si no se ha vivido la situación anteriormente. En este apartado te daremos algunas pautas para afrontar el trance de la mejor manera posible:
No te tomes el despido como algo personal.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que las empresas despiden por múltiples motivos. Cuando una empresa decide despedir a un trabajador, con independencia de cuales sean las causas que argumente para el despido, muchas veces obedece en gran medida a alguna razón estratégica. Aunque es inevitable preguntarse ¿por qué a mi? Piensa que el despido, casi siempre, tiene más que ver con los intereses de la empresa que con tu comportamiento como trabajador. Es importante que no te culpabilices.